La bruja tiene amiguitos, que están de su lado.
Los que están del lado de la bruja son personas distintas. Sin miedo.
Que se arriesgan. No les importa el tul y la magia deletreada.
Cuando yo soy bruja, me gusta reconocer a mis nuevos amigos en la calle. No están atentos, ni esperan nada. Son niños despeinados, de ojitos brillantes y secretos en los bolsillos.
Se esconden debajo de mi capa y juegan a tener poder. Se ríen de lo que piensan.
Yo también me río.
Me encantan estos viajes al pasado.
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