lunes, 22 de junio de 2009

Me desmayo

Muevo las pestañas.
En el espejo está escrito con rouge, "me volví a dormir". En el living hay cinco envases de cerveza vacíos y uno a la mitad.
No se respira aire puro, creo que ni siquiera puede llamarse aire lo que rodea el lugar.
En la escalera descubro una cajita de forros vacía. Ahora miro a la terracita y me sorprende una persona durmiendo.
Debe tener frío. Debe querer estar en mi cama.
¿Quién es?
En el vestidor me desmayo.
Cuando despierto, estoy desnuda.
Repaso los hechos. Nada.
Voy al baño, el espejo está pintado con rouge "No como en casa".
La bandera está perfectamente colocada en el pasillo. El orden me hace reír.
Hay tres o cuatro roedores en la terracita.
Huele a lysoform cítrico.
Una botella de jugo apenas derramada sobre el mantel. Lo limpio.
Me hago caca. Voy al baño.
En el espejo está escrito con rouge "Me bañé sin agua"
Comprendo. Busco en la biblioteca mi libro sobre las vueltas al mundo.
Me siento en el sillón hamaca a pensar.
Estoy vieja.
Me hago pis.
Voy al baño.
Muevo las pestañas.
"estoy pálida"
Busco rubor.
No hay rouge.
Me desmayo.

sábado, 13 de junio de 2009

Ringg.

Telecom le informa que deberá abonar las facturas impagas en los próximos días o de lo contrario se procederá al corte del servicio.
Los llamados telefónicos se hacen cada vez menos interesantes.
El otro día un robot me preguntó a quién iba a votar.
También tuve que responder sobre las acciones de Macri, qué cambios notaba.
Si se hacen cosas, no hay dudas al respecto y todos deberían pensar lo mismo. Se supone entonces que nadie hizo nada, aunque tal vez algún boludo se cree que el cambio de mano de determinadas calles es un avance.
A veces suena el teléfono y no lo atiendo, me gusta imaginar como las máquinas se enfurecen porque no "hay nadie en casa". Chispean, se golpean, se escupen.
Siempre se esconde algo perverso detrás. El que llama a un fijo, quiere algo.
Son pocos los queridos que, al tratarse de un recurso más económico, aprovechan y utilizan el aparatico crucificado en su hogar.
Tener teléfono en casa antes era divertido. Ahora da miedo.
Invito a los que quieran llamar para hacerme reír, o leerme un poema, tal vez sólo para conversar sobre nuestras inquietudes y sueños. El silencio también es bienvenido. Cuando suene, voy a levantar el tubo con música.

48266366.

Si atiende Celeste, tiñan la voz.

lunes, 8 de junio de 2009

lunes

La comida te cae mal
panza mala onda
ese deletreo insignificante
duele la mente
duele el corazón
tiemblan las piernas
tiembla la voz
cantan los vecinos
calla el silencio
miedos vanguardistas
lágrimas metafísicas
lunas escatológicas
noches sin paz
días sin paz
almuerzos veteranos
estómagos frágiles
insomnio solemne
otra vez miedo.